Caramelito
El sapito predice cuando lloverá
porque su amigo el sol se va.
Él felizmente canta
porque la lluvia le encanta.
El sapito sabe que el sol volverá
y corre al charco donde tropieza.
Luego se enfadará
porque el autor en paz no lo deja.
El sapito se enoja
y su panza se infla como una esponja.
¡No te quiero!
Le reclama al escritor
y enfadado se va al rincón.
¡Hola sapito!
Dijo la rana
que ella no estaba enojada.
El sapito gruñón
fue arrastrando a la pobre rana
porque ella ya estaba saliendo del poema
pero se quedó sentada.
Advirtiendo al sapito que morirá
al autor le empezó a gritar.
Luego luego
el sol les brindó calor,
y el sapito ya menos enojado
dijo que ya todo había pasado.